Para ti, que sigues siendo mi gran amiga... aunque ya no lo parezca.
Te escribo porque el silencio pesa. Porque cada palabra no dicha se me queda entre el pecho y la garganta, reclamando un lugar donde hacerse verdad.
Te respeto y te quiero, más de lo que imaginas, por todo lo que haces creyendo sinceramente que es lo mejor para mí. Te alejas para protegerme, guardas silencio como quien ofrece refugio, levantas muros suaves e invisibles pensando que ahí, detrás, estoy a salvo. Pero no sabes, no alcanzas a ver, que esa distancia tuya me duele más que cualquier herida directa. Que tu ausencia me hiere justo donde más te guardo.
Y yo, desde este lado, me retiro también. Me callo, me escondo, creyendo que eso es lo que tú deseas y necesitas. Que desaparecer es un acto de consideración. Que no estar es otra forma de quererte. Así seguimos girando en este círculo sin salida. Tú cuidándome a tu manera, yo alejándome a la mía. Nos protegemos tanto que terminamos por herirnos. Nos queremos tanto, que olvidamos cómo permanecer sin rompernos.
Entre los dos seguimos apagando la magia. Día tras día, palabra tras palabra no dicha. Poco a poco, sin misericordia, estamos matando ese lazo que alguna vez fue luz, ese vínculo poderoso que nos permitía cruzar abismos, construir oportunidades, inventar belleza en medio del caos. Somos nosotros, no el tiempo o las circunstancias, quienes estamos dejando que la oscuridad devore lo que alguna vez nos unió.
Sin embargo, cuando pienso en ti. Cuando viene a mi mente esa mujer con los ojos color de la noche, tan hermosos como lejanos, algo en mí aún arde. Como si la amistad, incluso herida, incluso ahora, no quisiera rendirse. Como si esperara, todavía, que alguno de los dos recuerde cómo volver.
No te escribo para pedirte nada. Solo para que sepas que, aunque todo esto esté pasando, sigo aquí. Que lo que fuimos no ha muerto en mí. Y que si alguna vez decides mirar hacia adentro o hacia atrás, vas a encontrarme en el mismo lugar: firme, sincero, sin reproches… con la ternura intacta.
Con afecto,
Yo
Que preciosidad de carta, tan llena de sentimiento😉
ResponderEliminar