La pequeña figura que descansaba en las ramas de aquel árbol despertó súbitamente, alertada por el fuerte viento entre las hojas. Cuidadosamente, se irguió en la oscuridad escuchando atentamente los mensajes que viajaban a través de la noche y que solo las criaturas del bosque podían entender.
Con un gesto de desagrado, olisqueó el aire enrarecido que el viento traía desde el norte. No pudo evitar un sentimiento de odio e impotencia, a pesar de todos los deseos y las promesas a los antiguos dioses, el enemigo estaba allí.
Extendió su cuerpo lo más que pudo colocándose en puntas de pies y estirando sus brazos como tratando de alcanzar algo sobre su cabeza. En esta posición, algo detrás de su espalda comenzó a emitir un ligero brillo fluorescente que, de alguna manera, rompió la monotonía de la oscuridad nocturna.
Como en una extraña danza, contorsionó el torso al ritmo de alguna canción o conjuro ocultos en su memoria. A cada movimiento, la ligera fluorescencia en su espalda se hacía más intensa hasta que, finalmente, una última sacudida provocó el despliegue de dos hermosos pares de alas de un tenue color azul con ribetes purpura.
Sin dejar de prestar atención a las advertencias de la noche, extendió al máximo las alas y las movió hasta que, aleteando con tal velocidad que serían casi imperceptibles para el ojo humano, tuvieron la fuerza suficiente para elevarle en el aire con una gracia que las aves o cualquier criatura voladora envidiaría.
Emitiendo un urgente llamado, que en oídos humanos sonaría a una suave música o un melodioso zumbido, la figura se elevó sobre los arboles del bosque hacia el estrellado cielo nocturno. Poco a poco, de entre la espesura y a todo lo ancho del bosque, otras pequeñas luces fueron elevándose hasta alcanzar su misma altura revelando la presencia de más hermanos de su propia especie.
Tratando de no dejarse dominar por la emoción, la criatura observó cada uno de aquellos puntos luminosos. Aunque eran aparentemente iguales, podía diferenciar a cada uno de ellos y llamarlos por sus nombres. Sintió como la tristeza le apretujaba el pecho, aquel poco menos de medio centenar de criaturas aladas que respondieron a su llamado era todo los que quedaba de los miles que alguna vez poblaron aquel bosque.
Es que, antaño, pululaban en la floresta criaturas de las que los hombres ni siquiera oyeron u oirán jamás. Enanos, Trolls, Gnomos, Hadas y muchas otras especies crecían y prosperaban allí en tal número que nadie podría nunca jamás pensar siquiera en enfrentarlas.
Pero el ansia del poder y los deseos de dominación les perdieron. Por siglos lucharon entre si hasta que los caídos en batalla superaron ampliamente los nacimientos. Generación tras generación, su número disminuyó hasta que ya no valía la pena luchar. Eran tan pocos que el bosque, ahora, casi los tragaba y podían pasar siglos para que la casualidad llegase a juntar a dos miembros de especies distintas. De ser un bosque que hervía de vida, pasaron a ser una colección de minorías en las que las demás especies eran apenas leyendas, vestigios de épocas poderosas, vigentes solo en la mente de los más ancianos.
Seguro de que no habría más puntos luminosos, la figura emitió otro apremiante llamado y emprendió, junto con los demás, el vuelo en dirección a la frontera norte del bosque. Pero no iban solos. Allá abajo, entre los árboles, el movimiento de las hojas, ramas quebradas y un fuerte ruido de algo poderoso que avanzaba por tierra en su misma dirección les acompañaba.
Mientras volaba recordó los tiempos de la llegada del hombre. Primero unos pocos, allá en la pradera. Temerosos al principio, quizá de las historias que contaban entre ellos, evitaban el bosque. Sin embargo fueron llegando más hasta que, envalentonados por su número, ya no temieron… y ellos eran demasiado pocos para detenerlos. Cientos de hermanos cayeron junto con los árboles que el hombre quemó por siglos en sus fogatas.
El ruido y las luces le sacaron de sus cavilaciones. El viaje fue mucho más rápido que cuando era joven, señal de que el bosque era cada vez más pequeño. Con un dolor indescriptible, vio como un camino había aparecido donde antes había en pie un centenar de árboles milenarios. Gigantes que yacían ahora a un lado en el suelo, despedazados por un grupo de hombres apoyados en cegadoras luces y poderosas maquinas.
Mientras observaba el campo destruido, un aliento del viejo orgullo de su especie le plenó el pecho. Con un aire renovado y la emoción de siglos de dominación emitió un nuevo llamado, un fiero grito de guerra, del que sus hermanos hicieron eco.
Juntos, impulsados por la ira, aquellos seres ancestrales emprendieron un raudo vuelo hacia los humanos en búsqueda de su venganza. Esta noche, los invasores recordarían el por qué una vez temieron al bosque y a la oscuridad.
Arrogantes al principio, el miedo terminó anidando en el corazón de los hombres que, torpe e inútilmente, intentaron huir. Esta vez no solo enfrentaban aquel ataque alado. El ruido de ramas crujiendo, los terribles rugidos, los gritos ensordecedores y las gigantescas rocas volando desde el bosque les hizo comprender que, esa noche por lo menos, las minorías marginadas no serían tales y la mayoría que una vez exhibieron no sería más que una ilusión.
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Muchas gracias, Octavio, por participar con este relato en el homenaje a Harper Lee. Mucha suerte.
ResponderEliminarHola Octavio. Que buen relato. Que error pensar que se es dueño de todo y se puede destruir. Buen relato y bien escrito. Suerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola. Así es, Muchas veces la injusticia prospera. Sin embargo, a veces, el bosque se revela... Gracias por comentar
EliminarPrecioso cuento y muy bien narrado. Enhorabuena y mucha suerte. Saludos!
ResponderEliminarSoy lady_p, mi perfil wordpress no es compatible.
Hola... Que bueno que te guste. Gracias por Comentar.
EliminarEstupendo! Suerte! Saludos.
ResponderEliminarHola... Gracias por Comentar. ¡Saludos!
EliminarEl ser humano es destructivo por naturaleza, por lo visto no lo puede evitar! Muy bonita tu historia en forma de cuento, con moraleja incluida! Un abrazote y suerte!
ResponderEliminarHola.. Asi es. la destrucción parece ir con nosotros dondequiera que vayamos... Gracias por comentar ¡Saludos!
EliminarConmovedor relato, Octavio. Muchas gracias por compartirlo. Un abrazo
ResponderEliminarHola... ¡Gracias a ti por comentar!..
EliminarCuando las minorías se ensalzan, las mayorías lo pasan mal. Bonita historia de hadas que transmite un gran mensaje. Suerte. Saludos
ResponderEliminarHola.. asi es, no importa cuan poderoso sea el que oprime... a veces el bosque se le revela.. ¡Saludos!
EliminarUn cuento diferente y fantástico de mágica tristeza. La rebelión de la naturaleza que se vuelve contra los autores de su destrucción.
ResponderEliminarUn abrazo, Octavio y hasta pronto.
Hola... me alegra que te guste. ¡saludos!
EliminarExcelente relato Octavio, me ha gustado mucho, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Hola, que bueno que te guste.. ¡Saludos!
EliminarHola Octavio. Una sociedad particular y diferente compuesta por seres míticos y marginales, la que nos traes para este reto. Una historia que bebe de la épica de la fantasía, pero que bien podría tener su correspondencia con nuestras sociedades actuales, en las que tantas minorías se ven arrinconadas por la codicia y el desprecio de los poderosos. También subyace, a mi entender un mensaje ecologista de reivindicación de lo puro de la naturaleza, tan maltratada por el ser humano. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, la principal injusticia del hombre en toda su historia ha sido con el planeta.. injusticia boba, dicho sea de paso, ya que la naturaleza tarde o temprano se revela... ¡Gracias por comentar! .. Saludos.
EliminarHola, Octavio, un cuento con la magia de las hadas que te lleva a reflexionar. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola.. me alegra que te guste. ¡Saludos!
Eliminar¡Hola Octavio!
ResponderEliminarUn cuento sobe las minorías que te lleva a plantearte muchas cuestiones sociales.
Un saludo y suerte.
Hola.. Asi es. Gracias por comentar. ¡Saludos!
EliminarMuy buen relato, Octavio.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un fuerte abrazo.
Un relato fantástico que refleja la desigualdad de las criaturas aladas ante el egoismo de nuestra especia. Un aporte diferente al reto. Mucha suerte en el concurso, Octavio. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola... es que las injusticias humanas no son solo con nuestra misma especie... el mundo entero es nuestra victima desde el principio de los tiempos... ¡Gracias por comentar!
EliminarHola Octavio, un relato donde se muestra las injusticias que existen en la naturaleza y como se destruyen sus principios sin poner remedio .
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Hola Puri, Bienvenida, Gracias por comentar...
EliminarMuy bonito, Octavio. Un relato con tintes épicos, original y cuidado. Suerte en el concurso. Saludos.
ResponderEliminarHola.. me alegra que te guste. ¡Gracias por comentar!
EliminarHola, Octavio. Una propuesta muy interesante, lejos de lo que hemos visto hasta ahora. La injusticia del hombre hacia el busque y sus habitantes vengada en una noche que se le hará eterna. Bien narrado!!
ResponderEliminarTe deseo lo mejor en el concurso. Un abrazo.
Hola Bruno. Me alegra que te guste. Gracias por comentar y por tus buenos deseos. ¡Saludos!
EliminarEstupendo relato de fantasía oscura, Octavio. Una propuesta original y muy bien llevada, y como amante del género, una auténtica delicia.
ResponderEliminarMucha suerte y un abrazo
Hola.. que bien que te guste. Gracias por comentar y por tus bonitas palabras. ¡Saludos!
EliminarSi cambiamos a las criaturas del bosque, por animales, tenemos la triste realidad.
ResponderEliminarOriginal cuento, Octavio.
Hola. Es que la humanidad ha sido bastante democrática en este aspecto... Ha repartido injusticias sin importar especies.. Me alegra que te guste mi historia Y Gracias por comentar. ¡Saludos!
EliminarHan ganado una batalla pero ya sabemos como acaba la historia. El relato es muy original y va desvelando muy lentamente lo que psa de modo que todo sorprende, porque no sabes por donde va a tirar.
ResponderEliminarOye , ¿y esas imagenes tan perfecta y detalladamente acopladas al texto? Son previas o como las encuentars?
abrazo y suerte
Hola Gabiliante. Me alegra que te guste. Las imágenes son resultado de mis primeros pinillos con la I.A. .. ¡Saludos!
EliminarFantastantico relato, Octavio, la naturaleza intentando recuperar lo que le ha sido arrebatado. Los seres protagonistas me parecen bellísimos. Un abrazo!
ResponderEliminarHola... me alegra que te guste. Gracias por comentar ¡Saludos!
ResponderEliminarHola, Octavio.
ResponderEliminarDespués de lo que he leído hasta ahora, la verdad es que me ha sorprendido tu relato de fantasía. La lucha eterna: hombre contra la naturaleza. En la mayoría de los casos, la última pierde.
Un saludo y suerte en el concurso.
Hola, Octavio. Has adaptado con buena maña literaria el reto de este mes hacia un relato fantástico con toques épicos donde el pueblo del protagonista se tiene que rebelar ante el abuso de unos vecinos poco respetuosos con el resto de civilizaciones.
ResponderEliminarSaludos y suerte.