Sábado, 12 de julio de 2025 — 04:04 CEST
Redacción Central del Diario Sensorial
Sección: Inusuales & Inesperados
UN ROMÁNTICO DESATA EL CAOS EMOCIONAL
A las 05:47 horas de ayer, un hombre colocó una carta manuscrita en una máquina expendedora. Antes de desvanecerse en la niebla, murmuró: “te extraño”. Las autoridades emocionales, con cautela, lo nombran Elías.
En 2021, tras la Gran Desconexión, las redes sociales fueron reprogramadas para eliminar toda emoción, archivando el Romanticismo como reliquia peligrosa. El acto de Elías, un gesto tan breve como disruptivo, ha reactivado un síndrome afectivo latente, desencadenando una crisis poética de alcance mundial.
Portaba un tulipán marchito en el bolsillo y un cuaderno de versos que parecían escritos a contratiempo. Fue visto por última vez de pie frente a la máquina, escribiendo una carta en lugar de comprar. La bruma, con un sutil olor a melancolía, lo envolvió al partir.
Reacciones inmediatas
El pánico emocional se propagó como un eco. Ciudadanos tapiaron ventanas, temiendo que el sentimiento se filtrara como aire húmedo. En un hospital, un paciente en coma recitó un poema al despertar, desconcertando al personal médico,
que diagnosticó una posible "infección lírica". En suburbios monitorizados, adolescentes grafitearon "El corazón no se censura", venerando a Elías como figura insurgente, mientras son perseguidos por unidades de contención afectiva.Rumores persistentes
Las autoridades niegan la existencia de Elías, calificándolo como una alucinación colectiva o constructo simbólico. Sin embargo, los rumores se multiplican. Se dice que escribió poemas y los lanzó a la red, no como sátira, sino con una sinceridad tan desarmada que incomoda.
En la sublírica, una red clandestina de "escribientes", circulan textos que susurran, frágiles como si temieran romperse. Desde foros ocultos se planea el "Día de la Palabra Libre", una insurrección poética que buscará inundar las plataformas con versos imposibles de filtrar.
Eco global
En el hemisferio sur, multitudes improvisan recitales en plazas abiertas, como si el aire mismo necesitara palabras. En el norte, los firewalls emocionales se endurecen, blindando corazones y pantallas.Declaración oficial
"No toleraremos desviaciones afectivas. La estabilidad emocional no es negociable", declaró con voz plana la Dra. Irma Cero, del Ministerio de Coherencia Social. La unidad institucional muestra fisuras: un agente de la Brigada de Coherencia confesó de forma anónima: "Encontré un poema de Elías en mi terminal. No lo reporté. Sentí algo."
El parlamento reabre el debate sobre una vacuna contra el Romanticismo, archivada en 2021 por considerarse "innecesariamente poética". Ahora es vista como la última defensa contra sentimientos de alto contagio simbólico.
Fenómenos colaterales
Semáforos se detienen en rojo sin tránsito. Estatuas lagrimean discretamente. Pianos olvidados reviven melodías antiguas sin manos. La ciudad, en su delirio, recita. A medianoche, pantallas públicas fueron hackeadas: "No hay firewall contra el alma." El silencio posterior fue interrumpido por miles de voces que, simultáneamente, recordaron cómo suena un poema.
Epílogo incierto
El paradero de Elías sigue siendo un misterio. Algunos lo vieron cruzar estaciones vacías o hablar con la lluvia. En barrios sin ruido flotan frases: "No era olvido, era miedo", "Aún guardo el pétalo donde me nombraste".Esta noche, en miles de hogares, alguien escribe en secreto, acaricia un tulipán dormido, o simplemente recuerda sin permiso. Si el amor es pandemia, ¿quién en verdad quiere la cura?
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